Reciente Blog

<STRONG><FONT size=3>¿Es el matrimonio una vocacion?</FONT></STRONG>

por Padre Juan

Hemos restringido excesivamente en su uso el término vocación. Cuando se dice de alguien que tiene vocación, entendemos será religiosa, religioso o sacerdote.



Pero hay que recuperar su sentido universal. Tener vocación significa estar llamado a algo.


 


Por el bautismo los cristianos somos llamados a ser hijos de Dios, a vivir la vida de Dios que se nos da gratuitamente. Esta llamada se nos da en la llamada de Jesús a seguirle para


que encontremos en Él la plenitud y la dicha.


Llamados a vivir, llamados a ser nosotros mismos, llamados a hacer de nuestra vida un don en Jesús, descubrimos un horizonte lleno de luz, capaz de saciar la búsqueda de sentido de cualquier criatura.


 


Esta llamada universal a todos se concreta en dos grandes llamadas, dos modos de ser cristiano en seguimiento de Jesús, dos grandes vocaciones en las que se resume la vida cristiana:


- La consagración a Dios en el sacerdocio o en cualquiera de tantas formas de vida consagrada.
- El matrimonio vocación específica. El matrimonio, opción vital que pone en juego toda la vida, en una ofrenda para siempre, sacramento que hace presente el amor y la ternura de Dios.


 


Así la vocación matrimonial es una llamada de Dios en la que podemos distinguir las siguientes notas:


1. Llamada a vivir la santidad. Cada miembro de la pareja debe dejar que su yo muera para que surja el "nosotros" en el que su yo particular alcanza su plenitud. El camino en el amor lleva a cada uno a dejar de lado egoísmos, caprichos, perezas y a saber ceder, a poner en juego su generosidad lo mejor de sí mismo. Es una llamada a "más", al don total, a la ofrenda sin reservas, a la radicalidad del amor.


2. Llamada a ver en el otro un don que Dios te hace, en el que Dios mismo se te da. Es un don que se confía a tus cuidados, a tu amor, a tu verdad, para que lo recrees, para que lo hagas caminar hacia su plenitud.


3. Llamada a ser uno y hacer presente así a nuestro Dios que es comunión de amor, uno en la Trinidad. A ser uno sin dejar de ser cada uno el que es.


4. Llamados a vivir, a hacer real un acontecimiento: la alianza de Dios con los hombres.


 


Debéis llegar, desde el por ti, a amaros de tal manera que quienes os vean puedan comprender el amor personal de Dios por cada ser humano.

Comentarios (0)

Inicio de sesión o Registro dejar un comentario

Ultimas entradas

Ver todas las entradas de Blog

Archivos