Reciente Blog

La tercera semana de Adviento

por Catolicos Solteros


La tercera semana de Adviento, conocida como el domingo de Gaudete, nos invita a algo que puede parecer extraño en medio de la espera: la alegría. “Alégrense siempre en el Señor”, nos recuerda San Pablo. No se trata de una alegría superficial o pasajera, sino de una alegría profunda que nace de la certeza de que Dios ya está actuando, incluso cuando aún no vemos todos los frutos. Para muchos católicos solteros, esta invitación puede sentirse difícil, especialmente cuando la espera se hace larga y silenciosa.


En América Latina, la familia, el matrimonio y la vida comunitaria ocupan un lugar central en la cultura. Esto puede hacer que la soltería se viva con mayor presión, preguntas incómodas o comparaciones constantes. El Adviento, sin embargo, nos ofrece una mirada distinta: no como un tiempo vacío, sino como un tiempo lleno de sentido. Dios no nos pone en pausa mientras esperamos; Él nos forma, nos purifica y nos prepara.


La alegría del Gaudete no depende de que todo esté resuelto. No depende de tener pareja, planes claros o respuestas inmediatas. Depende de confiar en que el Señor cumple sus promesas. Juan el Bautista, figura clave del Adviento, no vivió una vida cómoda ni “perfecta” según los criterios humanos, pero su alegría provenía de saber que estaba cumpliendo la misión que Dios le había confiado. Esa misma certeza puede sostener hoy a quienes caminan solos, pero no abandonados.


Como católicos solteros, este tiempo es una oportunidad para revisar el corazón. ¿Dónde estamos poniendo nuestra esperanza? ¿En una relación que creemos que nos dará valor, o en Dios que ya nos ama plenamente? La alegría cristiana nace cuando entendemos que nuestra identidad no depende de nuestro estado civil, sino de ser hijos amados de Dios.


Gaudete también nos llama a compartir esa alegría. En medio de las realidades difíciles de muchos países de Latinoamérica —incertidumbre económica, inseguridad, migración, soledad— el testimonio de un corazón que confía en Dios es un regalo poderoso. Un gesto de servicio, una palabra de ánimo, una oración ofrecida por otros puede convertirse en un canal de la alegría de Cristo.


Esta semana de Adviento no es para negar el deseo legítimo de amar y ser amado, sino para ponerlo en el lugar correcto. Cuando aprendemos a encontrar alegría en el Señor hoy, nos preparamos para amar mejor mañana. Dios no llega tarde. Él viene, y ya está cerca.


Que esta tercera semana de Adviento renueve tu esperanza, fortalezca tu fe y te recuerde que la alegría cristiana no se aplaza: comienza ahora, en el corazón que confía.

Oración a San José
San José, custodio fiel de la Sagrada Familia, tú que supiste confiar en Dios aun cuando no comprendías plenamente su plan, acompáñanos en este tiempo de espera. Enséñanos a vivir con fe, paciencia y alegría, preparando nuestro corazón para recibir a Cristo y para acoger, según la voluntad de Dios, el amor al que somos llamados. Amén.


Comentarios (0)

Inicio de sesión o Registro dejar un comentario

Sobre el Autor

Catolicos Solteros ... Para Fe, Amistad Y Amore

Ultimas entradas

Ver todas las entradas de Blog

Archivos